lunes, 23 de febrero de 2015

Doñana - Palacio del Acebrón

Doñana es un espacio natural protegido español situado en Andalucía que cuenta con 108.086 ha (54.251 ha en el Parque Nacional, y 53.835 ha en el Parque Natural). Comprende tanto el Parque Nacional de Doñana (creado en 1969) como al Parque Natural de Doñana (también llamado Parque Natural del Entorno de Doñana o pre-parque, creado en 1989, y ampliado en 1997), y su gran extensión de marismas acoge durante el invierno a numerosas especies de aves acuáticas, que suelen alcanzar cada año los 200.000 individuos. Fuente: Wikipedia.


Palacio del Acebrón es una antigua casa-palacio, construida en la segunda mitad del siglo XX. Posteriormente ha sido adecuada para la difusión y el conocimiento del patrimonio etnográfico del Parque Nacional Doñana, como centro de visitantes. Se sitúa en la finca de la Rocina, a 1 Km. del Rocio.


Luis Espinosa Fondevilla nació en 1910, era un personaje excéntrico y obsesionado por construirse este palacio, debido al cual acabó arruinado... Era muy conocido por ser un rico generoso, ya que en navidades daba regalos a gente de los alrededores y no era tacaño para repartir jornales.


El nombre de “acebrón” significaba “asno salvaje”, del que había bastantes ejemplares en doñana.
El edificio es neoclásico, se empezó a construir 1951 y se terminó en 1961. (siglo XX).
Tiene majestuosas escalinatas, balconadas, amplios ventanales y un frontón triangular que corona la fachada rematado por un águila de estilo heráldico, al igual que el escudo que únicamente acoge las iniciales del que fue su propietario; LEF, que se encuentran también en algunas estancias de la casa.


En el comedor, podemos contemplar algunos de los muebles originales, así como fotografías que recogen escenas de la vida en sus dependencias, y trofeos cinegéticos, incluida la cabeza disecada de un lince. 




Los frescos  de los techos que reproducen, obras maestras como El rapto de las hijas de Neucipo, de Rubens, o las mismísimas pinturas de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.




Hay una pequeña muestra expositiva de las labores de la zona, cestería, apicultura, agricultura, carboneo... Así mismo queda patente el uso del Palacio como casa de caza y montería.


Cuando tuvo que abandonar la casa su propietario, dijo “desde los ojos del águila se ven todas mis posesiones, y si yo no puedo seguir viéndolas, el águila tampoco”. Y quebró la cabeza del animal heráldico. Después fue vendida a la empresa nacional de celulosa, donde se plantaron gran cantidad de eucaliptos. La casa quedó abandonada, así como sus jardines.


Desde la parte alta de la casa podemos contemplar todas las magníficas vistas de la zona...


Es muy recomendable para este senderismo llevar unos buenos prismático para poder disfrutar de las aves y otras especies de la zona...


La escalinata que da acceso a la casa, de piedra es más antigua que el resto de la construcción, pues se realizó con los restos de un puente romano que existía en la finca.

 

A la entrada del Palacio hay una escultura dedicada a Rodríguez de la Fuente...
Félix Samuel Rodríguez de la Fuente (Poza de la Sal, Burgos, 14 de marzo de 1928 – Shaktoolik, Alaska, Estados Unidos, 14 de marzo de 1980) fue un famoso naturalista y divulgador ambientalista español, pionero en España en la defensa de la naturaleza, y realizador de documentales para radio y televisión, destacando entre ellos la exitosa e influyente serie El hombre y la Tierra (1974-1980). Licenciado en medicina por la Universidad de Valladolid y autodidacta en biología, fue un personaje polifacético de gran carisma cuya influencia ha perdurado a pesar del paso de los años. Su saber abarcó campos como la cetrería y la etología, destacando en el estudio y convivencia con lobos. 


La pequeña capilla dedicada a la Virgen del Rocío, donde Luis Espinosa Fondevilla iba a rezar, con una bonita vidriera (que ya no existe), se puede observar a la derecha de la casa vista desde el frente.

Próximo al palacio se inicia el sendero peatonal que se adentra en el territorio protegido, llamado Charco del Acebrón. Tiene unos 3km. de recorrido, y su dificultad es baja. Si nos paramos a disfrutar de sus sonidos y vistas, podemos tardar 2 horas en recorrerlo.

Grandes fresnos flanquean la entrada, situándose en la orilla, muy cerca del agua. La fresneda ocupa suelos oscuros que raramente se inundan, pero siempre permanecen frescos. Estos árboles de gran porte, con hojas compuestas y tronco rugoso, han sido objeto de intenso aprovechamiento desde tiempos remotos. 
Considerado tradicionalmente como especie ornamental, también se ha apreciado su valor en ebanistería y como alimento de ganado. Eran numerosas las propiedades medicinales atribuidas antaño a los fresnos (diuréticas, antirreumáticas, laxantes, frebrífugas, tónicas...)


A continuación, y ocupando casi la totalidad del cauce aparece la sauceda. La pasarela te permitirá apreciar de cerca sauces, localmente llamados Zaos, y sanguinos, especie endémica de Andalucía occidental representante de una flora del terciario que sobrevive en estas zonas frescas y húmedas. Junto con ellas, diversas especies trepadoras: madreselva, parra silvestre o zarzaparrilla forman una compacta masa vegetal donde se ocultan infinidad de pequeñas aves.






Tras el bosque de ribera aparece el pinar de pino piñonero. Un terreno más seco y elevado que estuvo ocupado hace décadas por plantaciones de eucaliptos. Hoy, tras la eliminación de las especies exóticas, se ha recuperado la vegetación autóctona. 

Diversas especies leñosas como espino, romero, lentisco, jaguarzo, jaguarzo morisco, aulaga o torvisco forman el sotobosque del pinar y continúan colonizando poco a poco el territorio. 

El sendero se adentra de nuevo en el bosque de ribera para sortear el arroyo. Antes de abandonar esta segunda pasarela, podrás observar, bajo los sauces, interesantes especies de helechos como el helecho real y Thelypteris palustris. Tras ellos, aparece el alcornocal.

Centenarios árboles de gran porte extienden sus ramas por un especio umbrío y exuberante. Mezclados entre los alcornoques pueden observarse extraordinarios ejemplares de madroños y otras especies de matorral noble como labiérnagos y mirtos. Bajo los árboles se extiende un denso tapiz de helecho común que aumenta el frescor y la espesura de la zona.
Fuente: juntadeandalucia.es


Troncos apilados para labores de carboneo, podemos observar varios de estos montículos en la zona...








Todos los árboles están recubiertos de líquenes, lo cual indica la alta calidad de aire de la zona y la escasa contaminación.


Aquí el suelo es oscuro y rico y acumula abundante materia orgánica. En estas áreas más resguardadas se forman turberas, biotopos valiosos y extremadamente frágiles que albergan a comunidades vegetales muy raras caracterizadas por la presencia del berzo ciliado, tojo enano y numerosas especies herbáceas de ambientes húmedos. 

En el último tramo del sendero, varios afluentes del arroyo, conocidos localmente como algaidas, presentan una gran densidad vegetal con especies como cárice, enea y masiega, entre otras. Junto a estas algaidas aparecen numerosos ejemplares de álamos blancos que le acompañarán hasta finalizar el recorrido.


El sendero del Charco de la Boca comienza en el patio delantero del centro de visitantes La Rocina. Tiene una longitud de unos 3,8 km y se desarrolla en varios trazados contiguos que permite organizar el recorrido en función de tus intereses.

En un primer momento se aproxima a la choza rociera con las características constructivas que representan un modo de vida, ya prácticamente desaparecido de la zona, que utilizaba como materiales de construcción los recursos que el medio disponía: troncos de eucaliptos, sabinas o pinos y castañuela de la marisma. Esta misma tipología, que resulta especialmente adecuada a las condiciones climáticas del lugar, se ha utilizado en los observatorios que se encuentran a lo largo del sendero. 


El recorrido se dirige hacia la orilla del arroyo a través de un pinar bajo el que se extiende un tapiz de herbáceas. El pino piñonero es una especie cuya aparición en la zona está documentada desde el siglo XVIII y que hoy constituye uno de los paisajes más identificativos de Doñana.

El primer observatorio se asoma al último tramo del arroyo en donde el cauce se vuelve ancho y somero. En las épocas en que la zona permanece inundada, un sinfín de aves puebla estas aguas.

La Rocina es una zona de cría ideal para el calamón común, avetorrillo común o cerceta pardilla, pero también es posible observar otras especies que frecuentan este medio como el Morito común, garceta común, garza real o garza imperial, entre otras. 





A continuación el sendero se adentra en la Algaída del Carrizal, afluente del arroyo que se cubre de una abundante vegetación. La pasarela sortea sauces y carrizos, ofreciendo una visión privilegiada de las zonas inundadas. 

Una vez atravesado el caño continúa el pinar, que ocupa todo el recorrido hasta acceder al segundo observatorio sobre el arroyo. Tras éste aparece la Algaida del Meloncillo, otro caño que lleva agua hasta el arroyo. En ambas orillas el suelo se ha cubierto de un denso helechal como transición hacia la vegetación de ribera que cubre el cauce. Destacan varios ejemplares de grandes alcornoques situados muy cerca del agua junto a los sauces. En este punto el sendero se bifurca ofreciendo la opción de continuar por la pasarela o internarse de nuevo en el pinar.




Siguiendo el otro ramal del sendero, volverá a adentrarse en el pinar para desembocar, de nuevo, en la Algaída del Carrizal, donde los carrizos dominan la perspectiva. Entre ellos se enzarzan especies trepadoras que sostienen así sus tallos largos y flexibles buscando las zonas iluminadas; zarzaparrillas, madreselvas, correhuelas y zarzamoras crean una maraña densa e intrincada. 

Al abandonar la pasarela el sendero evoluciona junto al caño, ofreciendo una visión panorámica de las diferentes formaciones vegetales que se suceden en sus orillas, desde los pinares más alejados hasta el manto de carrizos y eneas que ocupan el centro del cauce, pasando por alcornoques, helechales y saucedas, en una gran diversidad de estratos, colores y formas.



Doñana es un lugar con un encanto especial, y uno de los parques naturales más grandes...

Alfonso X el Sabio creó un coto real de caza en lo que actualmente es Doñana en 1255.
Después el VII Duque de Medina-Sidonia recompró de nuevo parte de las tierras. A finales de siglo XVII su esposa, Ana de Silva y Mendoza, hija de la Princesa de Éboli, se mudó a una casa de recreo llamada "Coto de Doña Ana", que derivó en el término actual "Doñana". Esa casa se reformó años más tarde convirtiéndose en palacio.
A partir de 1854, con la mención de la zona en un documento llamado "Avifauna de Doñana: Catálogo de las aves observadas en algunas provincias andaluzas" de Antonio Machado y Núñez comenzó a ponerse en valor su importancia estratégica para la diferente fauna del parque. Así fue visitado por diversos naturalistas y cazadores ingleses como Abel Chapman y Walter J. Buck que consiguieron dar a conocer en Europa por medio de sus libros la importancia estratégica de la zona para las aves migratorias que se desplazan al continente africano. El XIX Duque de Medina-Sidonia fue el último propietario del Coto de Doñana, desvinculándolo definitivamente de su casa nobiliaria.


En los años 50 se consolidó el parque como espacio natural. En 1952 los naturalistas españoles José Antonio Valverde y Francisco Bernis visitaron por primera vez Doñana. Un grupo de expertos europeos Guy Monfort, Max Nicholson o Luc Hoffman demostraron la importancia de la zona como zona estratégica de las migraciones de aves entre los continentes europeo y africano.

A ello se le sumó una colecta internacional canalizada por Hoffman, que logró dos millones de Francos suizos para que WWF comprara terrenos anexos a otros donados por el empresario Mauricio González-Gordón.15 En 1954, se fundó la Sociedad Española de Ornitología, lo que permitió que creciera el interés de diversos investigadores por el parque y que se realizaran diversas expediciones españolas, francesas e inglesas por la zona.

viernes, 20 de febrero de 2015

Tutorial Photoshop Desintegración (10 pasos)

Me gustan mucho los efectos de desintegración, pero los tutoriales que he encontrado son muy laboriosos, con la práctica he desarrollado un método mucho más sencillo...

Ejemplos: 







Paso 1- Abrir una foto propia que esté de perfil o de frente... Sirve de cuerpo entero o rostro, en este caso para simplificar... Es conveniente dejar un espacio detrás que es donde haremos nuestro efecto, en mi caso a la derecha... Para ello duplico la foto y la muevo al lugar deseado...


Paso 2- La capa base la relleno con el color frontal que será el de nuestro fondo, en mi caso blanco azulado.



Paso 3 - Nueva capa de ajuste, motivo, elegimos cuadrícula y ampliamos al tamaño que queramos nuestros trocitos para desintegrar... Simplificamos la capa y después se cambia a modo de fusión (multiplicar) y desaparece el blanco dejando un entramado de cuadrículas sobre nuestra foto. Yo debajo de esta capa, para diferenciar mejor el dibujo, sitúo una capa blanca con transparencia. Podéis ajustar los niveles de la cuadrícula para que se marquen más las líneas...



Paso 4 - En otra capa más dibujo en rojo el lugar donde quiero que vaya nuestra desintegración. se pueden usar imágenes sencillas en caso de que queramos hacer alas u otros efectos.

Paso 5 - Para dar dinamismo a la imagen he copiado la parte posterior de la cabeza, con selección, suavizado y calado (100) en una nueva capa, para aplicar un filtro de desenfoque de movimiento y la he puesto en modo multiplicar... Podéis ver el orden de las capas en la imagen de abajo.


Paso 6 - Recomiendo ir guardando el trabajo en un archivo psd con capas, para no perderlo por cualquier motivo. Podéis hacer visibles o invisibles las capas para trabajar más cómodamente. Tened en cuenta que la capa 1, motivo y 2 no se verán en nuestra obra final...
Empezamos nuestros trozos de cabeza... Nos vamos a la capa de motivo y con la varita mágica iremos tomando trozos aleatoriamente...

Una vez seleccionados, nos vamos a la capa de la foto original y copiamos... luego pegamos sobre todas las capas, arriba del todo.

Arrastramos nuestros cuadritos un poco a la derecha, tras la modelo y aplicamos distorsión, por ejemplo perspectiva...


Paso 7 - A esta capa le aplicamos un estilo de capa con bisel, elegid el que más os guste, y lo eleváis al menos al 50%.


Repetid lo anterior varias veces y colocar los cuadrados al gusto... Podéis agrandar, achicar, cambiar perspectiva, rotas, intercalar capas...


Alguna capa la podéis dejar sin perspectiva o rotarlas...


Y más y más... Podéis ocultar las capas 1, motivo y 2 de vez en cuando para observar como va quedando...


En total tengo 14 capas, podéis hacer tantas como sea necesario...


Paso 8 - Enlazar todas las capas de cubitos y combinarlas en una sola... Duplicar capa y situar debajo, mover un poco en la dirección que va la sombra y quitar brillo y contraste. En mi caso es la capa 14 copia 3, la veis señalada en la imagen. 


Nos vamos a desenfocar, gaussiano y al gusto... para conseguir sombras. Podemos superponer, multiplicar o lo que os quede mejor. Borrar las partes de sobra detrás del modelo sobre el fondo.


Paso 9 - Esta era la parte de desintegración, ahora podemos añadir chorros de agua, humo u otros objetos que tengamos en stock... poniendo entre las capas o superponiendo en distintos modos de fusión... Podemos usar pinceles de humo o de gotas... hay muchas posibilidades... Yo llevo 34 capas, he añadido mariposas, objetivos de cámaras fotográficas y unas telas, humo y plumas...


Paso 10 - Para terminar puedo ajustar los tonos pintando capas encima para tener rosas y que esté armonizado... o añadir texturas... al gusto.


Para acabar combináis las capas visibles, os quedará como arriba... Ajustar niveles, contraste, lo que sea necesario...
Y podéis guarda vuestro archivo en formato jpg calidad máxima.


Este es el resultado final... espero ver vuestros trabajos... Y que os sirva de ayuda e inspiración...

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